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jueves, 30 de octubre de 2008

Un nuevo desafío para la educación básica


Javier López Osorio

Martes 30 de Septiembre de 2008

Si la educación en México, y particularmente en Michoacán, tiene como finalidad preparar al educando para la vida y el trabajo productivo, es necesaria la incorporación del nivel medio superior (MS) dentro de lo que conocemos como formación básica; esto es, dentro de la educación considerada de tipo básico. Argumentemos.
Dentro de la actual Iniciativa de Ley de Educación en el estado, se tendrá que incluir, tarde o temprano, la continuidad y obligatoriedad de la educación hasta el nivel MS, dentro de una política de gobierno y de Estado que busque la formación más completa posible del individuo, que le permita adquirir y construir conocimientos; habilidades; destrezas; aptitudes que comprenda e interactúe con su entorno natural, sociocultural y socioambiental.
En estos tiempos modernos donde se requiere, cada vez más, de individuos con una sólida formación para integrarse social y productivamente a la vida colectiva. Para la reconstrucción de la nueva nación mexicana, más completa, más igualitaria, más preparada, más consciente del devenir histórico que enfrentamos y debemos conducir a mejores estadios de bienestar social.
Las modalidades pueden variar de acuerdo a las condiciones de los espacios educativos disponibles y a quienes va dirigida. Se debe apretar el paso con la intención de formar a nuestros ciudadanos con un mínimo bagaje cultural que se imparte en el nivel MS, que los posibilite para la consecución de una mejor vida, siendo consecuentes con nuestros tiempos.
Ampliar las posibilidades de estudio para la población es una de las excelentes maneras de invertir en un mejor futuro para la República y la mayoría de sus ciudadanos. Recapacitemos; sin educación no hay igualdad.
Su implementación estatal no requiere de grandes inversiones, considerando el personal e infraestructura educativa existentes; más bien se debe optar por su mejoría e incursionar en otras modalidades centradas en la de educación de adultos (dentro de las estructuras existentes actualmente en la Secretaría de Educación y no pensar en el recientemente creado instituto estatal de educación para adultos que viene a generar mayores gastos presupuestales para simular atender lo que ya está atendido), por el alto rezago que presenta, existiendo pocas oportunidades de continuar su educación por problemas inherentes a su horario de trabajo, que sin embargo no los ha limitado para continuar una búsqueda de actualización académica y superación laboral; pero las opciones actuales no permiten brindarles las oportunidades necesarias para hacer compatible su trabajo y el estudio, lo cual podría lograrse a través del sistema semiescolarizado; asistiendo a unas pocas horas de clase, acompañado de procesos autodidácticos y de investigación.
Actualmente sólo existe para ello, dentro de las instituciones públicas, la oferta educativa del sistema abierto, que si bien atiende a un número significativo de educandos, no brinda las condiciones óptimas para lograr eliminar el alto rezago educativo presente en este nivel, debido principalmente a que su estructura pedagógica está desfasada de la actual realidad educativa en el país.
La base de individuos en esta situación se viene ampliando, debido en parte a la incursión laboral en edades cada vez más tempranas, dentro de una estrategia familiar de paliar la actual crisis económica, que como podemos observar está repercutiendo también en la educación; en las posibilidades de lograr la formación de colectivos con un superior nivel de estudios, cerrándose un círculo vicioso al no permitírseles lograr, con una mejor y más alta educación, adelantos en su actividad y condiciones laborales, y una mejor calidad de vida.
Los jóvenes-adultos deben ser una prioridad educativa del Estado mexicano, el cual requiere realizar un mayor esfuerzo que garantice su formación, al menos, hasta el nivel MS. Los datos disponibles refuerzan esta visión; en México el 77 por ciento de la población en edad de trabajo tiene solamente escolaridad básica (primaria y secundaria), cuando en otros países adheridos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo, están en un promedio del 30 por ciento, asimismo cuando en nuestro país el 23 por ciento de la fuerza laboral tiene estudios superiores a la secundaria, en aquellos países el 67 por ciento tiene estudios de preparatoria y mayores (fuente Iniciativa de Ley de Educación estatal, 2007). De esto el apremio y propuesta de que venimos hablando y el desafío de coadyuvar en el avance formativo de nuestra población.
Esta misma iniciativa nos recuerda, en su exposición de motivos, que “democratizar la educación significa elevar los niveles de escolaridad de la población, al garantizar la atención de los servicios educativos en todos los niveles y modalidades, representando por otra parte una obligación para que el Estado (mexicano) garantice el acceso a los que menos tienen, mediante la impartición de una educación pública, gratuita (y obligatoria) desde el nivel preescolar hasta el nivel medio superior…”.
Queda aquí nuestra premisa en busca de interlocutores.

Cabos sueltos

1.- Hoy se cumplen 369 horas, ¿cuánto más tardará la auténtica justicia?
2.- Me uno al reclamo y petición hecho por el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán, Víctor Serrato Lozano, del retiro del Ejército de las calles y el regreso a sus cuarteles, por ser inconstitucional, origen de torturas físicas y psicológicas, además de constantes violaciones a nuestras garantías constitucionales.
3.- Existe un terrorismo que poco se habla y a diario se siente, estamos pensando en aquel que va directamente a nuestros bolsillos, a nuestra capacidad de sobrevivencia y de tener una vida digna; este terrorismo económico que a todos, a las mayorías nos duele, nos lacera cotidianamente. ¿Cuándo nos resguardaremos de él?
4.- Ay Pemex, aguanta esta última y principesca embestida.
5.- Bajo las actuales condiciones que vive el país, es necesario reflexionar seriamente sobre el llamado que nos hace López Obrador, desde el Zócalo, para construir un gran pacto nacional, que nos saque del atolladero en que nos encontramos, retomando las consideraciones que él ha precisado para su construcción.
6.- En el 68 los anarquistas decían: “La imaginación contra el poder”.

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